¿Cómo trabajar con la naturaleza para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030?

April 7, 2022
¿Cómo trabajar con la naturaleza para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030?
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El término soluciones basadas en la naturaleza (SbN) se unió a la jerga ecológica hace unas décadas para referirse a las acciones que promueven el uso sostenible de los recursos y el aprovechamiento de los procesos y ciclos naturales, en el que no sólo se extraen materias primas de manera moderada y responsable, sino que también se protegen -y de ser posible- se restauran, los hábitats de las que estas se obtienen; a la par, las SbN generan beneficios para las sociedades. La práctica de lo que constituye hoy el concepto de SbN, no es más que la sistematización del manejo tradicional de los recursos naturales, pues las civilizaciones antecesoras, como las prehistóricas, las mesoamericanas y todas las que han sido parte de nuestra historia antes de la llegada de la Revolución Industrial y la instauración del capitalismo (ambos sucesos que implicaron una ruptura en la relación naturaleza-sociedad) en su mayoría empleaban técnicas de manejo de suelo, bosques y agua que conservaban la diversidad biológica y favorecían los procesos ecológicos que les permitían sobrevivir de los servicios ecosistémicos (Seddon et al., 2020).

En el contexto contemporáneo, los dueños de la tierra aún recurren al manejo sostenible que distingue a las SbN, a pesar de las dificultades de la crisis ambiental y social. Sin embargo, ante la necesidad de analizar cómo trabajar con la naturaleza para regenerar nuestro planeta, en 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) planteó objetivos de alcance global, basándose, en parte, en reivindicar el manejo tradicional de los recursos naturales efectuado por quienes viven y trabajan la tierra, y considerarlo un deber planetario. El resultado fueron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) dirigidos al sector gubernamental, privado y civil. Pese a que no son jurídicamente obligatorios, son un compromiso para los países miembros de la ONU, los cuales establecen políticas y programas de desarrollo sostenible, y registran el progreso obtenido. Las acciones se realizan en tres niveles: mundial, local e individual. El llamado a hacer frente a la pobreza, a la inequidad de género y la emergencia climática, por ende, son objetivos globales y urgentes; se requiere de la participación de distintos actores (intersectorialidad) para el cumplimiento de dichas metas.

Rumbo a los Objetivos 2030

Las soluciones basadas en la naturaleza se retomaron por la necesidad de trabajar de la mano de los ecosistemas y no depender únicamente de soluciones convencionales de ingeniería verde, pero al ser un concepto relativamente reciente, no hay aún una definición precisa. Estos son algunos principios con los que se han identificado a las SbN:

  1. Siguen políticas de conservación natural.
  2. Pueden ser implementadas solas o junto con otras soluciones, como las tecnológicas o las de ingeniería.
  3. Son determinadas espacio-temporalmente y por contextos culturales en los que hay un saber científico y tradicional local en el manejo de recursos.
  4. Producen beneficios sociales de manera justa.
  5. Mantienen la diversidad cultural y biológica, así como la capacidad de contribuir a la resiliencia de los ecosistemas.
  6. Son aplicadas en escalas locales y globales.
  7. Reconocen y atienden el aspecto comercial, los beneficios económicos y la producción de servicios ecosistémicos de forma responsable.
  8. Son parte de un diseño general de políticas, medidas o acciones dirigidas a un reto ambiental específico.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) las define de la siguiente forma: "acciones dirigidas a proteger, gestionar y restaurar de manera sostenible ecosistemas naturales o modificados, que hacen frente a retos de la sociedad de forma efectiva y adaptable, proporcionando simultáneamente bienestar humano y beneficios de la biodiversidad". Características como la protección y restauración de ecosistemas, así como su importante componente social y cultural, nos permiten visualizar el alcance de las soluciones basadas en la naturaleza para hacerlas parte del cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, que, como mencionamos anteriormente, tienen el propósito general de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de los organismos que viven en él. Esto se logra a través de los siguientes objetivos específicos:

  1. Fin de la pobreza
  2. Hambre cero
  3. Salud y bienestar
  4. Educación de calidad
  5. Igualdad de género
  6. Agua limpia y saneamiento
  7. Energía asequible y no contaminante
  8. Trabajo decente y crecimiento económico
  9. Industria, innovación e infraestructuras
  10. Reducción de desigualdades
  11. Ciudades y comunidades sostenibles
  12. Producción y consumo responsables
  13. Acción por el clima
  14. Vida submarina
  15. Vida de ecosistemas terrestres
  16. Paz, justicia e instituciones sólidas
  17. Alianzas para lograr los objetivos

Por la naturaleza equitativa de los ODS, estos requieren de estrategias que vinculen las necesidades humanas y ecosistémicas. En ese sentido, las soluciones basadas en la naturaleza representan una estrategia clave para el cumplimiento de los ODS. Los casos que se explicarán adelante son ejemplo de cómo se ejecutan las SbN y cómo contribuyen a estos objetivos globales.

Jardines flotantes y casos de esperanza

Las chinampas son un ejemplo del manejo de recursos basado en sistemas naturales. Es posible que los toltecas comenzaron a usarlas entre los años 900 y 1150, pero se popularizaron en el Valle de México, en los lagos y humedales de Tláhuac y Xochimilco, en 1519. La cultura mexica fue la que mantuvo este método de cultivo vigente; hasta ahora es un sistema agrícola tradicional de más de cuatro mil años de edad (Carmona y Torres, 2014).

Las chinampas se construyen en áreas de poca profundidad de los lagos, tanto en las orillas como en el centro del cuerpo de agua. De esa manera, las verduras, hortalizas y otro tipo de productos agrícolas no dependen del riego artificial o del agua de lluvia. La tierra se mantiene húmeda por la propia infiltración del agua del lago, por lo que es altamente fértil, con una cantidad grande de nutrientes. La chinampa se rodea con un armazón de postes de ahuejote -árbol nativo resistente al exceso de agua- para sostenerla y evitar que se desborde la tierra. Con estacas de carrizo y residuos de plantas acuáticas, se forma un cerco firme que otorga aún más sostén a la estructura. Debido a la fertilidad y humedad presentes, las chinampas son consideradas agroecosistemas de producción intensiva bastante eficientes. Algunos de los alimentos más recurrentes en la cosecha son el maíz, el frijol, el chile, la calabaza, las acelgas, la espinaca, la hierbabuena, la verdolaga, el tomate y jitomate, el chilacayote, los quelites, los huazontles y el romero, entre otras plantas. Además de la producción de bienes comestibles, las chinampas otorgan beneficios ecosistémicos y culturales, por lo que son consideradas parte del patrimonio biocultural de México (Díaz del Campo, s.f.).

El sistema chinampero es claramente una solución basada en la naturaleza; nos ofrece además, un panorama alentador dentro de los ODS. Su aporte en términos de sostenibilidad yace en dos aspectos: la esfera natural y la esfera social. Respecto a la primera, las chinampas no impactan de forma negativa al ambiente debido a que la técnica empleada para su establecimiento depende de elementos propios del hábitat lacustre, por lo cual propicia la conservación del ecosistema: el agua de lago es el principal recurso; la tierra fértil se obtiene de una mezcla de lodo del fondo de los canales, plantas acuáticas y abono orgánico, constituido por excremento de animales de ganado y humanos; las raíces de los ahuejotes, con el tiempo se convierten en árboles asentados que dan sombra y protección contra el viento a la siembra; además, funge como hogar y guardería de una gran cantidad de organismos, entre ellos, algunos endémicos de la localidad.

Por otro lado, la sostenibilidad dentro de la esfera social de las chinampas implica la organización comunitaria: los agricultores trabajan en la elaboración de este sistema, se proveen de alimentos y comercializan sus productos; esto gestiona la soberanía alimentaria de la comunidad y conserva una práctica cultural milenaria (Carmona y Torres, 2014). La tradición chinampera podría entonces aportar a los ODS, por ejemplo, el Objetivo 2: hambre cero, al atender las necesidades alimentarias de la población a través de la soberanía alimentaria; el Objetivo 8: trabajo decente y crecimiento económico, al promover la autonomía económica; y el Objetivo 15: vida de ecosistemas terrestres, al fomentar la conservación de uno de los ecosistemas más importantes del Valle de México, el humedal.

Organizaciones especializadas en cambio climático, como el Programa para el Medio Ambiente de la ONU o la UICN, han identificado precisamente lo anterior: la efectividad de las SbN se potencia al combinarlas con soluciones convencionales. Si bien lo anterior tiene un tinte utópico, es altamente viable y alcanzable. Para hacerlo real, la inversión y la vinculación intersectorial es indispensable. Los gobiernos y las empresas, al invertir en proyectos ambientales, fomentan el crecimiento de empleos que gradualmente disminuyen los índices de pobreza. Al financiar soluciones basadas en la naturaleza, se asegura el logro de metas en pro de los ecosistemas y se reciben incentivos económicos para quienes salvaguardan la salud planetaria. Toroto, por ejemplo, se asegura de que los dueños de la tierra y quienes trabajan en proteger y gestionar sosteniblemente sus recursos naturales obtengan una remuneración justa y proporcional a su indispensable labor; en promedio, la ganancia de estos actores es generalmente mayor al 68% de lo generado por cada proyecto. De esta forma, además de implementar SbN, se atienden diferentes ODS, como el Objetivo 2: hambre cero, el Objetivo 8: trabajo decente y crecimiento económico, el Objetivo 13: acción por el clima y el Objetivo 15: vida de ecosistemas terrestres.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha dirigido investigaciones sobre la inversión monetaria para soluciones basadas en la naturaleza en América Latina y el Caribe. En ellas, analiza los beneficios desde todos los lados posibles, considerando los ODS: se reflexiona tanto el papel de los dueños de tierras, los trabajadores de acciones sostenibles, así como la aportación de inversionistas y gobiernos. Es urgente mencionar la necesidad de incentivar, en especial, a quienes poseen tierras y a quienes trabajan directamente con las acciones de conservación, protección, restauración y manejo de recursos naturales, puesto que el fin no es únicamente cumplir con objetivos nacionales y mundiales, sino también ser congruente con la esfera social de la sostenibilidad, muchas veces olvidada.

Veamos otro ejemplo, esta vez en Honduras, en el que nuevamente el incentivo económico para las comunidades que trabajan la tierra es indispensable para lograr metas a mediano y largo plazo:

"Una epidemia de escarabajos de la corteza de los pinos, que comenzó en 2012, comprometió la capacidad de los bosques de proporcionar servicios ecosistémicos [mejoramiento de la calidad de agua y regulación de la disponibilidad de agua según la variación estacional]. Entre 2012 y 2016, el escarabajo de la corteza destruyó más de 480,000 hectáreas de bosques del pino del país, lo que produjo la interrupción del suministro de recursos ecosistémicos a aproximadamente el 71% de la población del país." (Oliver et al., 2021)

El gobierno hondureño pidió un préstamo al BID para recuperar y mantener los bosques. Invirtió en el enriquecimiento forestal con especies nativas, la remoción de madera muerta y el raleo forestal; todas estas son soluciones basadas en la naturaleza. De manera integral, participaron las comunidades que administran los bosques de propiedad pública, "para fomentar la participación de mujeres tanto en las actividades de restauración, como en la gestión del proyecto" (Objetivo 5: Igualdad de género). También se financiaron incentivos en tierras privadas; se otorgó presupuesto a los dueños de bosques privados para que realizaran acciones de restauración. El financiamiento también cubrió investigación sobre el cambio climático y el reforzamiento del departamento de salud forestal de Honduras.

Otro caso de estudio, desarrollado también por el BID, fue la gestión integral de recursos hídricos en la provisión de agua para zonas urbanas, periurbanas y rurales de América Látina y el Caribe. Leamos lo sucedido:

"Al fin de alcanzar los ODS en materia de agua y saneamiento para 2030, se estima que será necesaria una inversión de aproximadamente 14,000 millones de dólares por año en América Latina y el Caribe (LAC). Si bien cerca del 96% de la población tiene acceso a servicios básicos de agua potable, la calidad y la cantidad del suministro de agua de LAC enfrenta múltiples amenazas". (Ibidem)

Para resolver esta problemática, se propusieron dos soluciones basadas en la naturaleza: una para la seguridad hídrica y la otra para mejorar la calidad del agua. La primera SbN consiste en aumentar la capacidad de almacenamiento y mejorar los caudales de base mediante el uso y gestión de las cuencas superiores de bosques, humedales y las llanuras de inundación que se forman por el deslizamiento del agua. La segunda solución fue aprovechar los bosques, humedales interiores y zonas ribereñas como filtros naturales para las impurezas químicas y biológicas del agua; además de reducir la erosión hídrica. Hubo al menos tres proyectos que recurrieron a tales SbN: el Proyecto de Recuperación del Río Tietê, en Brasil, que financió la recuperación de 36 hectáreas de zonas de riberas; el Grupo Volkswagen de México, que financió la protección y reforestación de las cuencas del Valle Puebla-Tlaxcala, en las faldas de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, para asegurar el suministro de agua y abastecer el funcionamiento de su fábrica en Puebla; y el organismo regulador del agua potable en Perú, que ofreció a los proveedores de servicio de agua incentivos de financiamiento para SbN, que consisten en un sistema de infiltración -solución que las comunidades indígenas de los Andes tropicales realizan desde hace 1,400 años como herencia de las culturas preincaicas- para mejorar la calidad hídrica en la temporada seca (Ibidem). Para dicha problemática, con tales proyectos involucrados, hubo atención de al menos dos ODS: Objetivo 6: agua limpia y saneamiento; y Objetivo 11: ciudades y comunidades sostenibles.

En Toroto se atendió un caso similar. Como socio implementador de Grupo Modelo para el programa Aguas Firmes, se apoyaron en SbN para aumentar la capacidad de infiltración del acuífero de Apan, Hidalgo. A través de reforestación con especies nativas, la implementación de presas de gavión para la retención del suelo y el establecimiento de barreras vivas que hagan frente a la erosión hídrica, no sólo se logró mejorar la capacidad de infiltración, sino también dichas acciones sumaron a la reducción de suelo erosionado en la localidad. Finalmente trabajaron con el apoyo de quienes percibirán todos estos beneficios: los dueños locales de la tierra. Para este proyecto, se atendieron al menos dos ODS: el Objetivo 2: hambre cero, ya que el proyecto contribuyó al aumento de los ingresos de las familias agricultoras de la región a través de la creación de un acceso seguro y equitativo a los recursos; y el Objetivo 15: vida de ecosistemas terrestres, pues se buscó propiciar la restauración de ecosistemas de alto valor ecológico y social.

Hemos visto que los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las soluciones basadas en la naturaleza tienen una característica común: generar tanto beneficios sociales, como ambientales, de manera que juntas conforman una estrategia relevante para la mitigación de los efectos del cambio climático, la restauración ecológica del planeta y la construcción de un futuro sostenible. En los casos de estudio mencionados anteriormente, es clara la necesidad de la colaboración de actores para generar un cambio real y efectivo. Se trata de un trabajo colaborativo; un engranaje que no funciona si una de sus partes no está presente. Debemos reconocer el significado del Objetivo 17: [Generar] alianzas para lograr los objetivos. Es decir, es necesaria la contribución individual, pero indispensable la contribución colectiva. En ese sentido, son fundamentales la participación de la ciudadanía, como motor importante de la generación de vínculos y la toma de decisiones; la responsabilidad de los gobiernos de proporcionar los medios seguros para alcanzar los objetivos; el financiamiento de inversionistas para la ejecución de ideas y acciones; y el apoyo de las empresas entregadas al beneficio común. Sin alianza no hay objetivos globales, y sin objetivos globales, no hay futuro para el planeta y sus habitantes.




Referencias

Carmona, E., Y Torres, C. (enero-junio 2014). La sustentabilidad agrícola de las chinampas en el Valle de México: Caso Xochimilco. Revista Mexicana de Agronegocios. 34, 699-709. https://www.redalyc.org/pdf/141/14131514005.pdf

Díaz del Campo, A. (s. f.). Las chinampas, una forma de agricultura ecológica milenaria. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3479/32.pdf

IUCN. Norma Mundial sobre las Soluciones basadas en la Naturaleza. IUCN. https://www.iucn.org/sites/dev/files/content/documents/2019/global_standard_for_nature-based_solutions_spanish_2.pdf

_____ (14 de julio de 2017). ¿Qué son las Soluciones basadas en la Naturaleza? IUCN. https://www.iucn.org/node/28778

Oliver, E., Ozment, S., y Grünwaldt, A. (2021). Soluciones basadas en la naturaleza en América Latina y el Caribe: Apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo. Washington, DC: Inter-American Development Bank and World Resources Instute. https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Soluciones-basadas-en-la-naturaleza-en-America-Latina-y-el-Caribe-apoyo-del-Banco-Interamericano-de-Desarrollo.pdf

ONU (s. f.). Objetivos de Desarrollo Sostenible. 17 objetivos para transformar nuestro mundo. UN. https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/

Seddon, N., Chausson, A., Berry, P., Girarding, C. A. J., Smith, A., y Turner, B. (2020). Understanding the value and limits of nature-based solutions to climate change and other global challenges. Philosophical Transactions of the Royal Society B. 375. https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rstb.2019.0120

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