Un mismo fin, tres alcances

Este artículo forma parte de una serie de tres. Conoce más sobre el Alcance 2 aquí, y sobre el Alcance 3 acá.
Sea donde sea que estemos, vivimos rodeados de objetos que construyen nuestro espacio, nuestro entorno, nuestra rutina, nuestra cultura y nuestros hábitos. El café por la mañana, los jeans del diario, tu sillón favorito, el vehículo que nos mueve, el celular o computadora que tienes frente a ti en este preciso momento a través del cual lees este texto... Todos objetos, pero ¿qué hay detrás?
Algunos de estos objetos tienen la particularidad de rodearnos (¿inundarnos?) de información: los encontramos descritos y explicados en documentales, infografías, películas y redes sociales, de tal forma que se moldea poco a poco la relación que tenemos con ellos, sobre todo, esa parte de la relación que nos lleva a cuestionarnos su origen, la ética detrás de su procesamiento y creación, las relaciones humanas y materiales que existen alrededor del mismo, así como, -de excepcional importancia hoy en día- su impacto ambiental. ¿Qué efecto tienen términos como fast fashion, slow food, consumo local, huella hídrica o huella de carbono en tu día a día? Términos que seguramente has escuchado, leído y visto en todas partes. Aquí, y a lo largo de esta serie de tres artículos, hablaremos de este último término: la huella de carbono.
Todo, todo, todo lo que nos rodea -mucho más allá que únicamente objetos- tiene detrás una huella de carbono constituida por las emisiones de gases de efecto invernadero liberadas al producir o crear dicho producto o servicio, y que se convierte en algo inherente de éste, ya que una vez terminado, deja atrás esa "huella" que engloba todo el proceso requerido -desde su creación hasta su transporte- para llegar a nosotros.
A un nivel corporativo, esa huella de carbono se mide a través de un inventario de gases de efecto invernadero, donde las emisiones asociadas a la creación de ese producto o servicio son propiedad y responsabilidad de la empresa productora. Estas emisiones pueden ser directas o indirectas. Las emisiones directas son llamadas de 'Alcance 1' por el GHG Protocol (herramienta internacional utilizada para cuantificar y reportar emisiones de gases de efecto invernadero). Por otro lado, las emisiones indirectas son también llamadas de Alcance 2 y Alcance 3 (ver Figura 1).
Pero ¿qué están haciendo algunas de las empresas más reconocidas para lidiar con sus emisiones?, ¿cuál es su impacto y qué medidas de reducción de gases de efecto invernadero están realizando?, ¿cómo comenzamos a tomar acción?
Los retos de medir y reducir la huella de carbono dependen principalmente de su origen, y es por lo mismo, que quisimos iniciar esta serie -siendo éste el primero de tres artículos- dónde deconstruiremos este universo que son las emisiones de gases de efecto invernadero y hablaremos de sus partes: emisiones de Alcance 1, de Alcance 2 y de Alcance 3; ya que resulta imposible reducirlas, sin antes conocerlas.
Comencemos con las emisiones Alcance 1.
Figura 1. Clasificación de emisiones de gases de efecto invernadero
Emisiones de Alcance 1: más cerca de lo que pensamos
Las emisiones de Alcance 1 son todas aquellas fuentes de emisión que son propiedad o están bajo control de la empresa, como lo pueden ser máquinas, vehículos, aires acondicionados, plantas de energía, plantas de tratamiento de agua, o bien, si hablamos del sector agrícola, la aplicación de fertilizantes.
En febrero de 2022, una sociedad alemana llamada NewClimate Institute, publicó un documento que evalúa la transparencia e integridad de los compromisos climáticos de 25 de las principales empresas globales.
Para dar un contexto del impacto tanto económico como ambiental que tienen estas empresas, en conjunto, las 25 empresas globales evaluadas en este informe reportaron ingresos combinados de USD 3.18 billones en 2020, lo que es cerca del 10% de los ingresos totales de las 500 empresas más grandes del mundo. Por otro lado, su huella total de emisiones de gases de efecto invernadero en 2019, incluyendo tanto las emisiones directas como las indirectas, asciende a aproximadamente 2.7 GtCO2e.
¿Qué significa esto? Pensando que una gigatonelada (Gt) de CO2e son mil millones de toneladas de CO2e -es decir, muchísimo- lo anterior equivale al 5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero del 2019. Lo realmente impresionante de este dato, es que este 5% global lo producen sólo 25 empresas multinacionales de las 100,000 corporaciones trasnacionales que existen en el mundo (UNCTAD, 2016). Resulta importante conocer estas cifras para tener un marco de referencia, en primer lugar, de la cantidad de emisiones que pueden generar tan pocas empresas, y en segundo lugar, para evidenciar la inminente y urgente necesidad de que todos nos encaminemos hacia una estrategia climática.
Por otro lado, es interesante observar el desglose de las emisiones de cada una de estas empresas, ya que pueden ser sectores muy diferentes entre sí. Algunos van desde un sector tecnológico, de transporte o de energía, hasta de un sector meramente de logística.
Por ejemplo, el grupo Deutsche Post DHL es el proveedor de logística más grande del mundo. Una parte importante de sus fuentes de emisión son propias, es decir, que se incluyen en el Alcance 1. Deutsche Post DHL quiere ser una empresa cero emisiones netas (o net-zero) para 2050 y es pionera en la sustitución de motores de combustión interna. Dentro de sus medidas de reducción se encuentran reemplazar parte de su flotilla con vehículos eléctricos; de tal forma que se sustituyen los combustibles de aviación y marítimos convencionales con alternativas sostenibles. Por otro lado, también pretenden cambiar una parte de su transporte de larga distancia al transporte ferroviario.
Para las emisiones de Alcance 1 las medidas de reducción pueden ser distintas entre sí. Están las que se basan en una solución tecnológica -como la implementación de vehículos eléctricos- para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, así como las soluciones no tecnológicas, como la implementación de agricultura regenerativa -si estamos en el sector agrícola-, para restaurar y mejorar las condiciones del suelo y mediante la captura de carbono realizada por éste, compensar las emisiones debido a la aplicación de fertilizantes, por dar sólo un ejemplo.
A lo que deseamos llegar con lo anterior, es que independientemente de que las soluciones sean tecnológicas o no tecnológicas, existen tres aspectos centrales para generar una estrategia climática que permita reducir emisiones: primeramente, siempre el paso inicial en una acción climática es la medición de las emisiones de gases de efecto invernadero, es decir, conocerlas y cuantificarlas; en segundo lugar, concienciar acerca de la inexistencia de un conjunto estandarizado de medidas que todos pueden implementar para su reducción, dado que los perfiles de emisión de las empresas varían entre ellas, por lo que reducir emisiones es un trabajo hecho a la medida; y por último, que el proceso de reducción no sucede de un momento a otro, sino que implica un desarrollo paulatino y planteado en el corto, mediano y largo plazo.
Ante la duda, ¡acción!
La mitigación del cambio climático depende de la creatividad y la innovación.
Las empresas tienen y seguirán desempeñando un papel central en la búsqueda y ampliación de soluciones para una descarbonización efectiva. Estos esfuerzos necesitan una aceleración urgente y en Toroto podemos ayudar en la medición y la generación de una estrategia de reducción de emisiones, para así, disminuir el impacto climático de las empresas que producen los objetos o servicios que todos consumimos.
El cambio está al alcance de todos y todas. Si observamos aquellas cosas que están en nuestro control o son nuestra propiedad, como las fuentes de emisión de Alcance 1 lo son para las empresas, podremos visualizar la injerencia que tenemos sobre las decisiones que rodean a esos objetos y servicios. A nivel personal, es fundamental entender que nuestras acciones son importantes, pero el cambio debe ser sistémico. A nivel corporativo es fundamental que se identifiquen, midan y reporten las emisiones para así saber cuánto y qué hay que reducir y entonces, comenzar con otro cambio sistémico, a otra escala. Ya sea que seamos pequeños o grandes contribuidores directos de gases de efecto invernadero, nuestras acciones a favor del ambiente -tanto individuales, como colectivas- nos encaminan a una estrategia climática global e integrada.
Un punto clave de la estrategia climática además de conocer, cuantificar, reducir o mitigar es influir en los demás, generar ese cambio, esa necesidad, esa fuerza y pasión que necesitamos para actuar en pro de un futuro para todos. Sabemos que la crisis climática y el impacto que nuestras decisiones están teniendo sobre la salud del planeta puede ser paralizante, pero en Toroto queremos ayudarte a tomar acción y lograr los objetivos de tu empresa.
Escríbenos.
Referencias
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). (2016). World Investment Report 2016: Investor Nationality: Policy Challenges. Suiza.
Explora reflexiones, investigaciones y aprendizajes de campo de nuestro trabajo en la restauración de ecosistemas.